Aterrizamos en Auckland, después de un largo viaje que se hizo muy ameno gracias a que el postre de nuestra cena en el avión fue una pasti para dormir, que nos hizo quebrar el cogote arriba de la bandejita de plástico con los restos de pollo antes de que la aeromoza pueda retirarla.
En el Aeropuerto conocimos a un pequeño personaje que estaba intentado comprar un boleto de colectivo, pero la cosa se le estaba poniendo peluda por la diferencia de idiomas. Este personaje resulto ser Marquitos o "el crodobez" como ya lo hemos renombrado. Y como no tenía ni idea donde ir a parar, se vino con nosotros a "BASE": el hostel donde nosotros teníamos reservación.
El hostel es espectacular! Queda en pleno centro de Auckland. A una cuadra de la Sky Tower, emblema de Nueva Zelanda y de la ciudad. Es enorme, tiene varios pisos, es limpio y muy organizado. Tiene un boliche en el subsuelo, un bar en una terraza, un gran salón comedor, cocina, pool, dos salones de televisión y un lugar grande con sillones para hacer huevo. Recorrimos un poco otros hostels y el nuestro resulto ser el mejor, pero también de los más caros, sino el más caro.
Conocimos muchísima gente, entre los que destacan algunos personajes como una chica Maori (pura sangre), muy buena onda que era como la RRPP del hostel, conocía a todo el mundo ahí adentro. Le pedimos que nos enseñe el Haka, pero nos dijo que no se les permite hacerlo a las mujeres. Algunos chilenos, brasileros, ingleses, alemanes, kiwis (nativos de Nueza Zelanda), australianos y por supuesto también argentinos. Un tal Nacho, que andaba viajando solo y acababa de llegar se nos sumó al Guevon y al Cordobés, al vernos una mañana desayunando con mate; y completamos un hermoso grupo de 5 con un uruguayo de nombre Federico que también andaba viajando solo a pesar de su corta edad de 18 años. Lo bueno del uruguayo es que se vino de su tierra natal con 6 kilos de yerba… una buena provisión!.
Auckland resulto ser una ciudad bastante diferente a lo que todos esperábamos. Es limpia, ordenada y moderna. Es bastante chica, por lo menos el centro comercial lo es. No recorrimos mucho de las zonas residenciales de los alrededores. Sorprendió gratamente lo cosmopolita que es: en las calles se ven personas de TODO el mundo; pero lo que más hay son asiáticos, ingleses, turcos y alemanes; en ese orden. Realmente no me esperaba taaanto asiático. También se pueden ver mujeres musulmanas, de esas que andan COMPLETAMENTE tapadas de negro, a excepción de una pequeña abertura en los ojos para poder ver; así como también Maories con la cara toda tatuada, y argentinos con cara de turistas sacando fotos para todos lados.
Sorprendió también gratamente la cantidad de gente joven que hay. Hay mucha, pero mucha gente viajando como mochileros, de todas partes del mundo. Y lo bueno es que Auckland y, por lo que nos dijeron, todo Nueva Zealanda esta super preparado para ellos. Ofreciendo laburo, servicios, hospedaje, comida, entretenimiento, etc, etc, etc especialmente pensados para "backpackers".
Todas las personas que conocimos, andan viajando de un lado para el otro todo el tiempo. Nunca se quedan más de un mes en un mismo lugar. Pegan laburo cuando se quedan sin plata y después siguen viajando. Sin importar lo mal que te valla, nunca te vas a quedar en bolas; ya que por ejemplo los hostels, te dan alojamiento gratis si ayudas con la limpieza 3 o 4 hs a la mañana, y después podes vivir comiendo lo que dejan las personas que se van del hostel.
Después hay algunas cosas que también sorprendieron pero no gratamente: si bien la ciudad es bien de primer mundo tiene algunas cosas más cabeza: es bastante cara en general, alojamiento, pilcha y comida; el transito no es tan bueno, los autos no frenan para dejar pasar a los peatones, los peatones se cagan en los semáforos, no es obligatorio tener seguro contra terceros, etc; hay indigentes en las calles e incluso limpia vidrios en los semáforos, esto nos puso un poco nostálgicos!
La gente es fría, por lo menos los asiáticos. Hablan muy poco y van siempre en la suya.
De la existencia de mucha gente joven, y del hecho de que están todos viajando se desprende una de las mejores características de Aucklan: La Joda. Salimos las 5 noches que estuvimos en Auckland, la pasamos EXCELENETE las 5 noches. Los bares organizan una movida distinta todos los días que generalmente pasa por algún juego, competencia, o fiesta temática que termina en regalar escavio toda la primer parte de la noche para que te quedes consumiendo después. La gente en los boliches es super abierta! Todo el mundo baila, charla, toma y se divierte a pleno. La cosa es bastante promiscua también… nadie tiene enrosques y todos saben que cualquier cosa que pase va a durar lo que dure la estadía en Auckalnd, y después cada uno sigue su camino. Todas las personas que conocimos están hace menos de una semana en la ciudad y se van en menos de una semana a su próximo destino. En el boliche de abajo del hostel todos los días era igual: tipo 21 arrancaba tranqui con gente tomando, tipo 23 todos bailando a pleno, tipo 00 30 ya todos tenían alguien con quien chapar, tipo 3 ya muere para los que se quedaron jugando al pool.
Yo por mi parte los primeros días conocí una chica alemana, de Berlín, 20 años, rubia, ojos claros, flaca y muy bonita de cara con la que anduve casi toda la semana. Estaba parando en el mismo hostel que nosotros, era muuuy buena onda y simpática. Llegamos a conectar bastante, pero como bien lo definió ella el día que nos fuimos de Auckland y nos separamos: "la vida del mochilero es así, emociones fuertes y cortas".
De la ciudad también conocimos el puerto que es gigante y dos parques enormes y hermosos. Muy bien cuidados y con muchísima vegetación sobre todo uno de ellos, que además contaba con arroyos y pequeños estanques.
Como todo el mundo anda en constante movimiento de una ciudad a otra, se consiguen buenos negociados de cosas: yo coroné un celular con chip y crédito a $20 por que la inglesa que me lo vendió en el hostel se volvía a Inglaterra a la tarde. De la misma manera compramos el auto. Una pareja que había estado viajando por 8 meses y seguían viajando pero en Australia, nos venido una rural Ford, verde, modelo 94, full, con papeles al día y un set completo de camping (carpa, aislantes, anafe, ollas, etc) a $1200 dolares neozelandeses: algo así como $1000 dólares americanos.
Años de jugar al tetris en el Family game nos dieron la capacidad suficiente para meter las valijas y bolsos de los 5 en el baúl en esta rural que hemos llamado cariñosamente "el gremlin". Fede, Nacho, el Cordobez, el Guevon y yo decidimos dejar la joda de Auckland para irnos a vivir un poco más en contacto con la naturaleza y ver que más tiene para ofrecer este país. Y la soleada mañana de un 30 de Abril, dejamos "la base"…
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