sábado, 21 de julio de 2012

Pegue laburo y me quede en bolas!

Corría el día 3 de Junio y me encontraba vagando por las calles de Sydney. Mi destino estaba marcado: ¿dónde? En Cairns, extremo nor-este de este gigantesco país. ¿cuándo? El 18 de Junio, fecha en la que debía presentarme en la isla ante las personas que me contrataron. ¿El problema? 3000km de distancia y 11 días al pedo. ¿La solución? Y…como siempre, el universo proveerá…y proveyó!

Las primeras dos noches me fui a visitar unos amigos de Mardel que (casualmente) viven en Manly. Manly resulta ser un suburbio muy bonito ubicado a escasos 25 minutos en ferry de la gran capital. Tiene una relativamente amplia playa en forma de paréntesis, edificios no más altos de 4 pisos (en su gran mayoría dedicados al turismo), un ancha peatonal llena de comercios de todo tipo y una hermosa costanera en la cual me sorprendió ver tanta gente todos los días de la semana haciendo toda clase de deportes: trote, caminata, vóley, surf, boxeo, yoga, etc. Tanto solos, en pareja, en grandes grupos como con el carrito y el bebe. En verano debe volverse desagradablemente concurrido, pero en esta época del año, si bien de noche hace mucho frio, durante las horas de mayor sol se puede ir a la playa y disfrutar como un día de primavera tardía en Mar del Plata.

Con los pibes la pase de diez, súper buena onda, pegaron un depto de puta madre en una colina, pegadita a la playa, con una hermosa vista panorámica de la costa y la ciudad (salado)! No me podían hacer el aguante por mucho tiempo porque a los dos días llegaban una pareja amiga de Mardel a vivir con ellos. Se lleno el gallinero y me fui a un hostel, al Manly Backpackers ($26 la noche, medio pelo mal peinado, pero buena onda), a solo una cuadra de la playa frecuentada por abundantes surfistas y a tres cuadras de la peatonal comercial. En principio seria solo por una noche al día siguiente me iría sacar un pasaje a Cairns y hacer tiempo allá. Pero…

Al día siguiente conseguí dos cosas: Un pasaje aéreo a muy buen precio ($170 y es temporada alta!) de Sydeny a Cairns, el inconveniente es que para pagar ese precio me veía obligado a quedarme haciendo tiempo en la capital (o en Manly) hasta el 15 de Junio, fecha del vuelo. Y fue saliendo del hostel cuando de casualidad vi a la recepcionista pegando un aviso en la cartelera: “se busca mochilero para trabajos varios en una casa - pago $20 la hora libre de impuestos - te paso a buscar y te dejo en el hostel – solo un día de trabajo – Preguntar por Rob – 04503126765”. Llamado de por medio ya tenía trabajo para el día siguiente. Con un día de laburo por lo menos me bancaba la semana al pedo en el hostel.

Rob resulto ser un fenómeno! El mejor jefe que tuve en mi vida! Es un tipo muy leído, de descendencia armenia, petiso, cincuentón, de sonrisa imborrable; dedicase a la construcción y a la edición de videos. Actualmente ha decidido tomarse un tiempo sin trabajar para dedicarse a remodelaciones en su casa (básicamente pintarla por fuera y colocar un piso de mármol italiano en el patio trasero, alrededor de la pileta). Para dichas tareas se busco una mano derecha, que vine a ser yo.

Me paso a buscar por el hostel a la hora indicada, y tras un viaje en el que demostró un agudo sentido del humor, llegamos a la casa y me dijo: ¿queres un café?. Yo decidí seguirle la joda y dije: si, pero me gusta suave y con mucha leche y si es posible algo para comer.  De no creer, a los 5 minutos volvió de la cocina con un café suave, hecho con mucha leche y unas masitas que había preparado su esposa. Ese resulto ser el primero de muchos aperitivos a los que me invito cada una hora y media o dos horas de trabajo. A ellos se les sumarian abundantes y diversos almuerzos que siempre venían servidos con un “come tranquilo, tomate tu tiempo, no hay apuro”. E incluso una cena con toda la familia en la que fui el invitado de honor. Rob me enseño mucho de Australia, tuvimos extensas conversaciones de música, política, historia, arte y diferencias culturales entre nuestros países, mientras pintábamos tranquilamente las paredes de su hogar. También se hablo mucho de ecología y trabajo social, ya que está profundamente comprometido con ambas tareas.

La vida transcurrió tranquila, durante una semana en la que pude ahorrar casi 1000 dólares, con un trabajo relajado y distendido. Un solo día de la semana no pudimos trabajar porque lloviznaba. Ese día me conseguí por medio de la misma cartelera del hostel, un trabajo en el zoológico de Sydney. Era solo por un día y consistía en descargar de un camión fardos de pasto para los animales. Este si fue duro, pero también me pasaron a buscar, me trajeron, me dieron de comer abundante y me pagaron $25 la hora, libre de impuestos.

La fecha llegó. Me despedí de Rob y de los pibes. Pase mi último día en Manly sin trabajar. En la playa, jugando al vóley toda la tarde. Por la noche me fui a Sydney, donde camine por la calles, vi un show de fuegos artificiales, y fui a una “Fiesta Argentina” organizada por el grupo de facebook “Argentinos en Australia”, donde se tomo fernet, se bailo cumbiancha y se charlo mucho en español!

Cuando se viaja por el mundo sin demasiada planificación, uno se vuelve más vulnerable al factor sorpresa, a lo desconocido, a lo inesperado… Lo inesperado a veces esta bueno, y valla si fue inesperado con lo que me encontré en la casa de Mike, mi próximo host de couchsurfing…

Mike tiene cuarenta y monedas, vive solo en un barrio a unos 20km del centro de Cairns. Su casa, que dista 150 metros de la playa, es alojamiento gratuitito para un buen numero de backpackers (o couchsurfers) de cualquier sexo, edad y nacionalidad; en constante recambio.

Me fue a buscar al aeropuerto ni bien llegue a Cairns. Acompañado de los otros 5 backpackers que tenia al momento. Dejamos mi valija en la casa, me cambie los jeans y la campera por ropa más adecuada al clima tropical y nos llevo todo el día de excursión al “far north” (lejano norte), hasta donde llega la ruta. Mas allá, se extienden otros 800km de territorio Australiano escazamente poblados, solo accesibles en vehículos 4x4. En el recorrido fuimos parando en varias playas vírgenes y adentrándonos algunas veces en los rainforest (selva) en busca de algunos piletones de agua dulce, reflejando en su transparencia un puro color esmeralda, espejo del misterioso bosque que celosamente la rodea. Pero no fue sino hasta la vuelta que se dio la gran sorpresa…

Cuatro horas de manejo después, llegamos a la casa bastante tarde. Al entrar, note con asombro que todos comenzaban a sacarse la ropa, con total naturalidad. Habiendo notado mi reacción, uno se aventuro a arrojar un poco de luz sobre lo que para mí era un confuso episodio: “haaa seguro que no leíste todo el perfil de Mike antes de mandar la solicitud para couchsurfing! Dice bien clarito que su casa es un espacio nudista!”

Jugadisimo…

“A donde fueres haz lo que vieres” dice el dicho. Así que copiando la naturalidad de los demás, procedí a quedarme en bolas. Y en bolas se cocino, se comió y después cada uno a dormir a algún sillón de la casa.

En los días siguientes lidie con algunos trámites antes del día de mi llegada a la isla. Saque la tarjeta del banco, el tax file number (algo como el cuit de allá), e hice el curso de 3hs de servicio responsable de alcohol, requerimiento indispensable  para cualquier trabajo en el que se sirvan bebidas alcohólicas. Les sorprendería ver cuántas reglas tiene este país, y como se cumplen!

Siempre me pasa cuando bajo de un avión, que no hay nadie esperándome. Y veo aquí y allá personas formalmente vestidas, sosteniendo carteles con nombre de otras personas. Personas importantes seguramente. Personas que están siendo esperadas por algún motivo. Llegaron a ese aeropuerto para HACER algo, son alguien y tienen un propósito. Y yo siempre paso de largo como un fantasma a ver si duermo en el aeropuerto o me voy a buscar un hostel de mala muerte por ahí. Pero en la Isla, este fantasma se volvería alguien!

Finalmente el esperado 18 de Junio llego. El día en que se realizaría mi presentación oficial en el resort, en la Green Island. Y ya en el pequeño puerto rodeado de veleros, una joven empleada, muy bien vestida, sostenía un cartel con mi nombre y apellido…casi se me pianta un lagrimon!

El viaje en ferry es un tanto largo (50 minutos), pero el paisaje es bellamente incansable, y se ofrece café con leche y galletitas varias de cortesía (“esto va a ser mi desayuno los próximos 3 meses” pensé para mis adentros).

En lo que respecta a la isla en sí, supero mis expectativas, que desgraciadamente eran altas (altas expectativas conducen en un 90% de los casos a grandes decepciones). Green Island, es una isla ubicada sobre la barrera de coral mas grane del mundo conocida como “great reef barrier” y nombrada patrimonio universal de la humanidad por la UNESCO. En la misma solo existe un resort 5 estrellas obviamente llamado “Green Island Resort” (mi nueva compañía). El mismo cuenta con 38 habitaciones que van de $350 p/noche la más barata a $750 p/noche la suit VIP. Toda el complejo es ECO FRIENDLY al extremo, cuidando al máximo el entorno por el cual lucra.  Abundante vegetación  de un intenso verde en el centro solo separada del mar turquesa puro que la rodea por una angosta franja de arena ámbar claro.  El resort cuenta además con un restaurant, una pileta, pequeños kioscos de recuerdos y helado, un centro de buceo y un bar junto a la pileta que como sabrán es donde tendría que trabajar yo. Como a mi modesto entender ninguna descripción y/o foto le haría justicia a la isla quizás este video llene los huecos que las palabras no supieron llenar: http://www.youtube.com/watch?v=tdHIBOXeofQ

Mayor aun fue mi emoción cuando vi que Andrew, el manager del departamento de food and beberage, fue hasta el final del muelle a esperar nuestra llegada. Digo “nuestra” porque en ese instante me entere que junto con migo era la presentación de dos chicos y una chica mas. Nos recibió de muy buen agrado y nos condujo a una sala de reuniones.

Si me venía sintiendo apreciado y en un ambiente profesional, aun no había visto nada! La sala de reuniones era amplia, minimalistamente decorada, con una mesa rectangular en el centro, alrededor de la misma cuidadosamente colocadas 6 sillas. Jade, la manager de recursos humanos se encontraba ya sentada en una de ellas, Andrew se sentó a su derecha, y nos invito a sentarnos en las cuatro sillas restantes, frente a las cuales sobre la mesa había cuatro vasos con agua, cuatro lapiceras y cuatro carpetas, cada una con nuestros nombres y apellidos.

En una reunión que duro hora y media se nos explico nuestras obligaciones, responsabilidades y beneficios. Entre estos últimos destacan excursiones gratis ilimitadas a todas las atracciones de la Isla, incluyendo buceo (si, buceo que para la gilada sale como 200 mangos por dia) descuentos en todos lados y membrecía de acceso ilimitado para el Green Island Social Club. Un espacio en la isla dedicado solo a empleados del resort, con bar, cantina, living con sillones, LCD gigante, nintendo wi, play station, pool, pileta, etc. Además 9% de aportes jubilatorios a pagar el día que nos vallamos sumado a otro 9% en concepto de vacaciones pagas.

Particularmente a mí se me dijo que dos días a la semana voy a dormir en la isla. Estos días me proveen un cuarto, sabanas, toallas, baño privado, desayuno, almuerzo y cena.

Bueno, como verán promete ser una buena temporada. Veremos cómo se dan los factores ahorro, amigos, minas, lugar donde vivir, tiempo libre. Esto solo lo dirá la rutina, aunque dudo mucho que en esta vida exista tal cosa…


PD: disculpen tanta intromisión y aclaración de precios y costos, pero algunos seguidores del blog, son personas que están por venirse para acá y le interesa saber esos numero, para ir haciéndose una idea.


1 comentario:

  1. Muy bueno el blog loco! Me re colgué a leer tus experiencias y me aceleró la ansiedad por hacer el viaje a Nueva Zelanda.

    Vamo arriba! Seguí escribiendo que nos aportas y entretenés a los que estamos pensando en un viaje de ese estilo.

    Saludos desde Uruguay!

    Juan

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