domingo, 2 de diciembre de 2012

La inspiración dormida



-          - Si, hace muchos años ya que persigo eclipses alrededor del mundo. El ultimo que vi fue en Sud Africa.
Dijo acomodándose el sombrero tejano, y le dio otro sorbo a la cerveza que transpiraba de ansiedad.

Yo secaba un vaso mientras asentía con la cabeza y pensaba: “otro gringo salame que cayó en el truco marquetinero del eclipse”. Y agregue un dato anecdotico a la conversación:

-          Si, dicen que el eclipse total es a las 6:38 am y dura dos minutos.
Y para mis adentros concluí: “¿cómo podes estar pagando $1700 dólares la noche en este resort por dos minutos de eclipse!?”

Le dio los últimos sorbos a la cerveza y se despidió amigablemente dejando unos dólares de propina sobre la barra del bar, como acostumbran los turistas norteamericanos.

A la mañana siguiente estaba más que dispuesto a comprobar que tan pedorro seria el famoso eclipse. Así que puse mi alarma a las 5 30 am, y camino a la playa hice una parada en el bar para hacerme un café latte, y agarrar una o dos facturas.

Camine por la fina y ondulante pasarela de arena que se forma entre el mar y el comienzo de la vegetación cuando hay marea alta. Como siempre en esta isla, el mar iba al encuentro con la orilla en perfecta calma, cero viento, cero olas. Silencio.

Finalmente llegué al extremo este de la isla, donde el grupo de 90 personas que coparon el resort tres días antes (todos ellos americanos, incluyendo varios astrónomos de la NASA), se encontraban instalando sus telescopios, cámaras, trípodes y demás equipamiento costoso para registrar el evento. Elevé un poco la voz y dije en perfecto español: “si alguien le falta un trípode ACA llegó uno!”. Pero la única respuesta fueron miradas confundidas. Caminé entre la tenue luz que precede la aparición del sol buscando un buen lugar, y me senté a tomar mi café, esperando el amanecer.

El sol despegó del mar, color rojo sangre, tiñendo las pocas nubes a su alrededor. Y ascendió rápidamente, volviéndose mas y mas brillante hasta que fue imposible verlo.

Lo que indico el momento exacto de comenzar a usar los “lentes autorizados para ver el eclipse”. Quien es el fenómeno que se le ocurren estas cosas??? Debe ser el mismo que hace vírgenes que lloran sangre, y sale a vender paraguas los días que llueve. Risas a parte, funcionan! Se puede ver directo al sol, que solo se ve como un circulo luminoso, al que poco a poco comenzó a faltarle una parte en su extremo superior derecho. Y la mordida se hacía más grande con cada minuto que pasaba. Cabe la aclaración que de de quitarse los lentes, no se podía ver nada más que el brillo infinito del sol. Era una mañana común y corriente, ni más oscura, ni más brillante. 

El sol brillo pleno, sin poder notarse la luna en su camino hasta EXACTAMENTE las 6:38am, cuando en no más tiempo que un segundo los lentes no fueron necesarios. El sol había desaparecido por completo. En un parpadeo el día se volvió noche. El cielo se cubrió de estrellas, que se arrodillaban ante un dios: ese gran anillo de luz, en medio de toda la oscuridad, arrojando una atmósfera de tensión que erizaba los pelos. Todas las especies de aves tropicales que habitan la isla volaban confundidos en todas direcciones, y los seres humanos, no menos confundidos que los pájaros, se debatían entre sacar una foto o seguir mirando tan tremendo espectáculo.

Exactamente 120 segundos después (que pudieron haber sido 10 segundos o 10 horas), la luna siguió su curso, la noche se volvió día en un pestañear que rompió el hechizo que tenia hipnotizada a toda una multitud. La gente aplaudió, celebró y minutos después se dedicaron a disfrutar las bellezas de la isla en lo que fue un atareado día laboral para mí y mis colegas.



Es la primera vez, desde que comencé con el blog que paso tanto tiempo sin escribir. También es la primera vez en mucho tiempo que paso más de 4 meses en una misma ciudad. Supongo que la cotidianidad y la rutina derivaron en eventos menos interesantes para ser escritos y leídos, que la excitación que produce viajar constantemente, visitando nuevos lugares, nuevas personas y viviendo nuevas experiencias, siempre resultado de viajes muy poco planeados.

Hoy, cinco meses después de haber llegado a Cairns, me encuentro a dos semanas de dejar esta hermosa ciudad. Se baja otro telón, pero el show continua… Es un buen momento para mirar atrás y sacar algunas conclusiones. En el último párrafo de la ante última subida a este blog escribí: “promete ser una buena temporada, veremos cómo se dan los factores ahorro, amigos, minas, lugar donde vivir, tiempo libre, etc.”

Bueno, con respecto a la temporada ha sido una excelente. Pude combinar satisfactoriamente trabajo y placer. Aprendí mucho del oficio de barman, diferentes licores, cervezas, vinos, marcas, cocktalis, malabarismo con botellas, etc. Se logro el objetivo principal: ahorrar plata, y el secundario: ser feliz. Jaja.

En lo que refiere a los amigos, fue difícil entablar relaciones profundas al principio, pero con el tiempo logre vínculos muy estrechos con Bertram (un alemán que conocí la primer semana en el couch surfing) y Lauren (una yankee que arranco el mismo día que yo en la isla). También me alegro el alma la llegada a mitad de temporada de Flor, una gran amiga argentina que conocí en Asia y que no sabía cuánto quería hasta que la tuve cerca de nuevo. Curioso que terminaríamos todos viviendo en la misma casa, lo que estrecho aun mas los vínculos.

Con respecto a las minas no me puedo quejar. Aunque a veces ya dan ganas de dejar un poco el rock y ponerse serio. Momentos de debilidad supongo…

¿Lugar donde vivir? Bueno, en 5 meses me mude 3 veces de casa. Siempre en el mismo barrio (centro a 6 cuadras del mar), y por suerte termine viviendo con gente muy piola, en una casa hermosa, en un cuarto para mí solo que disfrute mucho los días que no me quedaba a dormir en la isla.

Finalmente, en mi tiempo libre hice de todo un poco. Mucha naturaleza, cascadas, selva, mar, snorkel, treking, cliff jumping, paseo en helicóptero, nado con tortugas, con tiburones, ejercicio, beach volley y mucha, pero mucha noche. Quizás mas de la que debería. Pero el hecho de ser una ciudad tan turística provee algo interesante para hacer de lunes a lunes, y a veces es difícil decir no, cuando en la casa siempre hay alguno con ganas de salir porque no trabaja al día siguiente y el centro está lleno de bares abiertos con gente de todas partes del mundo.

Como mencioné antes, se está bajando el telón. Pero detrás del escenario ya se prepara el siguiente acto. Atado con alambre y pegado con cinta se proyecta el alquiler de una van con Lauren y dos amigas de ella de EEUU, para viajar a lo largo de toda la costa Este de este gigantesco país parando en cuanta hermosa playa de arenas blancas podamos. Destino final: Byron Bay. Una pequeña ciudad que según se no ha informado es tan hermosa como turística. Mucha gente joven, mucho surf y esperemos muchas posibilidades de pegar laburo para pasar el verano una vez más disfrutando y ahorrando. Atrás quedaran gente que voy a extrañar mucho pero el mundo es tan chico que hace rato ya no digo más “adiós”; me acostumbre a decir “hasta la próxima”.